De acuerdo con un estudio publicado en línea el 26 de septiembre en Science Translational Medicine, las infecciones humanas podrían tratarse dirigiéndose a las vulnerabilidades nutricionales de los patógenos bacterianos .

Christopher H. Goss, MD, profesor de pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle, y sus colegas utilizaron el metal pesado galio para combatir de manera segura el crecimiento de bacterias en ratones y humanos.

Una dosis única de galio sistémico administrada 3 o 12 horas después de que los ratones se infectaron con Pseudomonas aeruginosa aumentó la supervivencia del ratón ( P <.001) y redujo los recuentos de P aeruginosa y de pulmón y sangre ( P <0.001).

El equipo espera que un enfoque antimicrobiano tan poco convencional pueda ser útil en la creciente crisis de salud pública de la resistencia a los antibióticos.

Los investigadores se han basado en una estrategia antimicrobiana propuesta originalmente por Louis Pasteur y apuntaron a una vulnerabilidad bacteriana en el metabolismo del hierro. Lo hicieron con nitrato de galio intravenoso [Ga (NO3) 3], una sustancia que ya ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. Para una indicación de no infección (hipercalcemia de malignidad).

“Es importante recordar que el galio se usa con bastante frecuencia en la medicina nuclear para obtener imágenes de los órganos, por lo que es una sustancia bien establecida en la medicina”, dijo el Dr. Amesh A. Adalja, erudito senior, Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, Bloomberg School of Public Salud, Baltimore, Maryland, explicó a Medscape Medical News . “El uso de galio para explotar las vías del hierro en las bacterias tiene mucho sentido, y es un medio prometedor para ir más allá de los antibióticos, que siempre se ven eclipsados ​​por la evolución de la resistencia, para desarrollar terapias no tradicionales para las infecciones, especialmente las altamente consecuentes como Pseudomonas .

El galio era seguro y efectivo en humanos

Después de documentar el resultado positivo en ratones, los investigadores realizaron un ensayo pequeño, no cegado, no controlado en 20 adultos con fibrosis quística leve e infecciones pulmonares crónicas con P. aeruginosa . Sus puntos finales primarios fueron la seguridad, la tolerabilidad y la farmacocinética. Los resultados del pequeño ensayo de fase 1b sugirieron que el tratamiento sistémico con galio mejoró de manera segura y efectiva la función pulmonar.

Nueve pacientes recibieron 100 mg / m ² / día, y 11 pacientes recibieron 200 mg / m ² / día Ga (NO3) por infusión intravenosa continua lenta durante el transcurso de 5 días. La semivida de eliminación del galio fue superior a 100 horas en el plasma y superior a 220 horas en el esputo.

Los investigadores no documentaron eventos adversos graves y observaron que la función renal, las concentraciones de electrolitos y los recuentos sanguíneos no se vieron afectados por el tratamiento. Aunque la eficacia no fue un criterio de valoración principal, los investigadores documentaron aumentos estadísticamente significativos en la función pulmonar 14 y 28 días después de una única infusión de galio ( p <0,005).

Adalja cree que este enfoque también debería funcionar para otros agentes infecciosos. “Los pacientes con fibrosis quística, sin embargo, están plagados de infecciones graves y reciben cursos frecuentes de antibióticos, lo que los convierte en una buena población para estudiar este tratamiento”, anotó, y agregó que “el costo, la disponibilidad de agentes alternativos, los niveles de resistencia y la gravedad de La infección jugará un papel en la selección de pacientes para esta terapia “.

La resistencia al galio se desarrolló lentamente

La resistencia al galio emergió a tasas muy bajas, posiblemente como resultado del hecho de que el galio puede atacar tantas vías metabólicas en las bacterias. La mayoría de los antibióticos exitosos inhiben múltiples funciones bacterianas esenciales, y los expertos creen que esta propiedad es importante para retardar la evolución de la resistencia a los medicamentos.

Los investigadores midieron la resistencia utilizando tres ensayos independientes: mutantes espontáneos, pases por selección y mutagénesis de transposones. Aproximadamente 1 de cada 30 millones de células P aeruginosa desarrollaron espontáneamente resistencia al galio, un número que es aproximadamente la mitad del observado para los otros antibióticos probados (tobramicina y aztreonam). Además, la cepa que era más resistente al galio tenía una concentración inhibitoria que era solo cuatro veces más alta que la cepa de laboratorio susceptible de galio PA01.

Fuente: Los médicos aprovechan el poder del heavy metal para combatir las bacterias –  Medscape  – Oct 04, 2018.