
- Sep 27, 2018
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Los exámenes oculares electrónicos pueden convertirse en populares en Estados Unidos entre los pacientes que lo consideran una forma sencilla de visitar al oculista.
Después de un programa nacional de búsqueda preventiva por telemedicina en diabéticos en Inglaterra y Wales, por ejemplo, la retinopatía diabética ya no es la causa principal de ceguera en dichos lugares.
Programas electrónicos similares de salud podrían surgir en Estados Unidos, donde la retinopatía diabética aún es el principal motivo de ceguera reciente. Por lo que investigadores del Centro Oftalmológico Kellogg de la Universidad de Michigan efectuaron un estudio en adultos mayores en el que encontraron que si los servicios son prácticos, los pacientes los usarán.
“Se demostró que la telemedicina es un método seguro para el monitoreo de la asistencia del ojo diabético. Si los médicos planifican la modificación de la forma en que las personas obtienen asistencia, debemos crear un servicio atrayente e individualizado”, señala la autora principal del estudio Maria Woodward, M.D., profesora adjunta de oftalmología en el Centro Oftalmológico Kellogg.
La detección y el tratamiento precoz son importantes para la prevención de la ceguera por retinopatía diabética, pero menos del 65% de los adultos estadounidenses con diabetes se someten al examen.
En poblaciones con escasos recursos, las tasas pueden disminuir hasta un 10 o 20%.
El cambio del examen a un programa de telemedicina podría facilitar la carga sobre los pacientes que afrontan los altos cosos asistenciales, falta de acceso a la asistencia o con dificultad de transporte o tiempo para dejar de trabajar, indican los investigadores.
El hallazgo de diferentes formas de abordar el examen preventivo será más importante en las próximas décadas, dado que se proyecta que el número de personas con diabetes será más de doble: 366 millones en todo el mundo en el año 2030.
La telemedicina permite a los médicos de asistencia primaria tener un papel importante en la prevención del daño ocular.
Se toman fotografías retinales de ambos ojos en el consultorio del médico, usando una cámara de retina sin dilatación. Las imágenes se pueden enviar a través de una red segura, con base en la nube, a un oftalmólogo que envía un informe al médico general. Fundamentado en los hallazgos, el paciente se programa para más fotografías en la clínica o se deriva a un oftalmólogo.
En el estudio, publicado en Telemedicine and e-Health, solo el 3% de los 97 participantes encuestados había escuchado algo sobre telemedicina. Pero luego de explicarlo, el 69% consideró que la telemedicina podría ser más conveniente que el examen tradicional en persona con un especialista.
Los pacientes estuvieron menos interesados en la telemedicina si presentaban diabetes desde hacía varios años, o si tenían una buena relación con su médico. Estaban más propensos a participar si consideraban que la telemedicina sería más conveniente que un examen ocular de rutina o si tenían otros problemas de salud que hacía más difícil una visita al médico.
“Los pacientes con enfermedad crónica son menos propensos a confiar en un modelo nuevo de suministro menos personal. En nuestro estudio, el mayor impacto sobre la voluntad fue la conveniencia de la telemedicina”, explica Woodward, miembro del Instituto de Políticas e Innovación Sanitaria de la UM. “Nuestros resultados indican que la voluntad de participar en telemedicina para la prevención de la retinopatía diabética refleja la forma en que los pacientes perciben la conveniencia, la relación médico paciente y su propia salud”.
Fuente: Science Daily